Ingredientes
2 tazas de crema para batir (nata para montar)
1 taza de leche entera
3/4 taza de azúcar
4 yemas
1/2 taza de café fuerte o expresso
1 cda de café instantáneo
1 cdta de extracto de vainilla
Una pizca de sal
Preparación:
En una olla mediana, calienta la leche y el café (el café instantáneo si lo usas) a fuego medio hasta que empiecen a formarse burbujas alrededor del borde, pero sin dejar que hierva. Retira del fuego y deja reposar.
En un tazón grande, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva espesa y de un color amarillo pálido; añade gradualmente la mezcla de leche y café caliente a las yemas batidas, batiendo constantemente para evitar que los huevos de cocinen. Vuelve a colocar la mezcla en la olla y cocina a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente con una cuchara de madera, hasta que la mezcla espese y cubra el dorso de la cuchara (entre 5 a 7 minutos), no dejar que hierva.
Pasar la mezcla por un colador fino en un tazón grande para eliminar cualquier trozo de huevo cocido. Añade la crema para batir, el extracto de vainilla y la pizca de sal. Mezcla bien.
Deja enfriar a temperatura ambiente luego cubre y refrigera por al menos 4 horas o hasta que esté bien frio. Vierte la mezcla fría en una máquina para hacer helados y sigue las instrucciones del fabricante; si no tienes la maquina coloca la mezcla en un recipiente apto para congelador y congela. Remueve cada 30 minutos durante las 2 a 3 primeras horas para romper los cristales de hielo y conseguir una textura más cremosa. Una vez que el helado este bien congelado, está listo para servir, decora con virutas de chocolate, granos de café cubiertos de chocolate u otro topping que te guste.
Disfruta!!!